jueves, 23 de mayo de 2013

Ñ de ñoñería

Pues resulta que uno de los efectos secundarios que he desarrollado durante el embarazo y posterior maternidad ha sido la ñoñería.

He de decir que son crisis puntuales, que he conseguido controlar a base de no llevar nunca dinero ni tarjetas en la cartera. Claro que una no puede ir así por la vida. De vez en cuando hay que hacer la compra. Y además, mi hermana empezaba a tener complejo de cajero automático... Así que alguna vez he salido a la calle con dinero. Pocas, pero lo he hecho.
Pero durante el embarazo... eso sí que fue duro. Y es que las hormonas campan a sus anchas. Sabes que tienes una crisis cuando al ver cuadro con ositos y globos de colores piensas "¡Qué mono!" cuando unos meses antes te hubiese dado una subida de azúcar sólo de pensarlo.

Mi momento cumbre fue en la búsqueda de la cuna. Me enamoré, así tal cual suena, de una cuna blanca con un conejito que miraba la luna y las estrellas. Y ya me dió igual que me enseñaran modelos clásicos, modernos, con osos, patos o demás fauna, que no hubo manera. Esa cuna tenía que ser mía. Sólo había un inconveniente: mi ojo clínico para las compras. Ese don que me hace elegir lo más caro entre un millón de productos.

Pero la Supertía y los muebles de exposición rebajados hicieron que el conejito tuviese un hogar... en el que mirar a la pared. Porque después de toda la tabarra que dí con la cuna, resulta que a la hora de montarla, pusimos el frontal en el lado contrario, y no sé ve al conejo por ninguna parte. Y cómo nos costó montarla, así se ha quedado, hasta que pasemos la cuna a la habitación del Peque.

La ñoñería también puede atacar a la hora de elegir vestuario para tu churumbel. Tú, que eres un cero a la izquierda en cuanto a moda, que vas por la vida con camiseta, vaqueros y deportivos, que la gama de colores de tu armario se basa en el negro y el morado; tú, decía, de repente te encuentras enmedio de una tienda de bebés, intentando elegir unos bodis para los primeros días de vida del Pequeñín. Y te asaltan el rosa y el azul. Ya he mencionado antes mi aversión por el color rosa, ¿no? Pues casi me da también con el azul. Para niños todo es azul.

Sin embargo, yo no sé qué tiene la ropa de bebé, que hace que se te caíga la baba ante cualquier prenda, da igual que sea rosa o azul o con los lazos de raso más enormes, que lo único que te sale es ¡Qué mono! En la ropa me decante por otro animalillo, los osos. No sé cómo me las apañé pero durante los primeros meses de vida del Peque, casi todas sus prendas tenían un dibujo de un osos. Tampoco ayudó que la Supertía le comprase un gorrito con orejas de oso. Pero es que iba ¡tan mono!

Otro ámbito de tu vida que se ve afectado por la ñoñería son las películas y las canciones. Olvídate de ver el culebrón peliculero de después de las noticias para dormir la siesta. Estarás perdida. Si el prota es un niño no podrás dormir. A la mínima que se haga un rasguño a llorar a moco tendido. También ocurre si hay perritos de ojos saltones. Y en cuanto a las canciones, ni se te ocurra poner algo mínimamente sensible, y menos cuando vas en conduciendo en el coche.

Todos estas crisis son pasajeras, duran lo que viene siendo el famoso puerperio. Pero en algunas ocasiones se han dado casos en que las crisis se han convertido en enfermedad crónica. ¡Estad alerta!


27 comentarios:

  1. jajaja es muy buena esta entrada y yo que pensaba que éra la única. Cuando supe que estaba embarazada, me atacó la ñoñería!!! Para mí no gastaba nada, todo era para ella, claro dentro de nuestro humilde sueldo. Y en eso también entró el papá que siempre que puede le compra algún chiche!!!
    Me encantó, besotes desde mi Buenos Aires querido...

    Muriel y yo

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    1. Nunca me ha gustado ir de tiendas, pero es que en las de bebés me lo llevaría todo!
      Gracias por tu visita desde Buenos Aires! :)

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  2. Jajajaja. Ésto sólo por leer el título. Ahora sigo leyendo.
    Ya he acabado.
    Y ahora decirte que yo no sé qué narices les pasa al 85% de fabricantes de productos para bebés que hacen que adoremos el perlé y veamos al osito de mimosín como un terminator comparado con los otros.

    Salu2

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    1. Me gusta que te haya gustado mi título!!! Yo me intereso por un libro si me llama la atención su título, así que me ha hecho ilusión!
      Después de leer tu comentario he mirado al oso de Mimosín...y tienes razón!!!
      Saludos!

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  3. Jajajajaja Buenísimo, pero me has dejado frustá al final... LA MÍA ES CRÓNICA, miér...coles.

    ¿Ves????

    Y... sijasí, AZUL forever. Pero no un azul marino, ni un azul cobalto, ni un azul... azul. El azul CIELO.

    Buenísimo. Me repito, pero se me vino a la cabeza algo demasiado cuqui, demasiado ñoño, y no quiero que té una subida de azúcar, y menos una recaída.

    Un besazo! :))))

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    1. Jajaja!!! Tranquila, que aún no estoy curada, aún tengo recaídas de vez en cuando. Así que si me dices alguna cosa ñoña, soltaré una lagrimilla y ya
      Otro besazo para tí!!!

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  4. Jajaja, muy bueno el post. Yo soy alérgica a la ñoñeria desde mi época Candy Candy y he de reconocer que la ropa de bebé me encanta. A veces veo ropa que compraría para futuros bebés no engendrados. ¡Qué mona es! :-))

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    1. Gracias!
      En general, desde niña me han gustado las cosas supuestamente más de chicos. Me dieron a elegir entre una barbie y un futbolín, y elegí el futbolín. Pero con la ropa de bebé, había días que hasta el rosa me parecía bonito! Y no puedo con el rosa!
      Saludos!!

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  5. Siiii, qué razón tienes! Aún puedo recordarme en Mothercare eligiendo los bodys más caros y horteras de la tienda, jajaja.

    Menos mal, que con los años a la noñería la podemos dar salida con esto de escribir un blog, que sale más baratos que comprar una cuna de ositos, ;).

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    1. Ni que lo digas. Lo del blog es una terapia estupenda!!!

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  6. jajajaj cuanta razón!!!!! es ver cualquier cosa de bebés y se te pone cara de tonta.... nos volvemos todos unos ñoños!!!! jajajaja

    un abrazo!!!

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    1. Mi sobrino, el mayor, decía que le iba a hablar como a una persona normal, que los adultos se ponen muy ñoños cuando ven a un bebé, pero ahora él es el primero que le hace carantoñas, jejeje

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  7. Ay! Que cuidadito hay que tener...Que digo yo...esto se nos pasará del todo algún día?? jejejeje. Un besito con lazos de raso

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    1. Supongo que cuando sean adolescentes ya no serán tan adorables, y eso ayudará a superar nuestra fase ñoña, no?

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    2. Se me olvidaba... besos con puntillas ;)

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  8. Lo mío también es crónico!. Pero ahora los Angry Birds y los dinosaurios han desplazado a los ositos, al único al que se los puedo poner es al Peque de dos años, y aún así... ¡Muy bueno tu post! Un beso:-)

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    1. Gracias!!!
      Por lo menos no le ha dado por Bob Esponja, y que me perdonen sus fans, pero no lo soporto.
      Saludos!

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  9. Me temo que yo soy de las que sigue con la ñoñería. Si hasta leyendo post del pedazo de diccionario este que estamos creando, me da por ponerme ñoña y soltar alguna lágrima..Ains como nos cambia la maternidad, jejeje.
    Abrazos

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    1. Es que hay entradas que son una maravilla!!! Ahí te está permitido soltar lagrimillas y lagrimones, si hace falta.
      Un beso!

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  10. Esa ñoñería es la que me impide ver películas apocalípticas porque... pobres niños, pobres bebés, pobres embarazadas... Que Will Smith se pone a matar medio zombies en "Soy leyenda", me da igual, yo sólo puedo pensar en los bebés. Que un meteorito se acerca a la Tierra y está a punto de destrozarla, qué más da... yo sólo pienso en los pobres niños.
    Así que te entiendo muy bien... pero yo añadiría algo muy ñoño... la voz que se nos pone a todos cuando le decimos cositas al bebé, jajaja
    Besotes, guapa.

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    1. Si ves la llorera que me pegué viendo Lo imposible, casi me deshidrato. Me la puso el Padre a los 2 meses de nacer el Peque y a los 10 min estaba llorando a moco tendido. Le dije "No le puedes hacer esto a una recién parida!". Y apagó la peli. Entonces le dije yo: "¿Qué haces? Ahora no me puedes dejar así. Hasta que no se encuentren no me quedo tranquila". Horrible.
      Lo de la voz, tienes toda la razón. De eso hablaré algún día ;)
      Un besazo!

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  11. Que risa me ha dado tu entrada! Pero es verdad! Nos volvemos unas ñoñas!! Me sentí identificada con lo de la ropa, la mía super básica, la de rayito variada como si fuera un actor de cine! Yo compro por internet la ropa de el, y cuando enciendo la pc y acerco la tarjeta de crédito es que mi esposo se pone nervioso! ajajaja, antes de tener a rayito pensaba que la ropa era algo tan trivial, pero verlo con sus ropitas nuevas y variadas me emociona muchísimo! Gracias a Dios que no es hembra, porque sino no se que habría sido de mi cuenta del banco!
    Besos

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    1. Internet es la perdición para las compras! En los últimos meses he descubierto de sitios que me están poniendo a prueba continuamente, de las cosas tan chulas que tienen. Y no sólo de ropa, si no de decoración, juguetes... La tarjeta de crédito tengo que dejarla fuera de mi alcance.
      Me alegro mucho de que te haya gustado!

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  12. Jajaja me ha encantado, muy divertido!!! Además me siento súper identificada, jamás he ido tan bien vestida como mi niño... y todos los gorritos de osito, perrito, lo que sea, van para casa!
    En mi caso, la ñoñería se ha vuelto crónica, en 14 meses no se me ha pasado :_(

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    1. Yo tengo recaídas continuas, así que aún no puedo decir que esté libre de peligro XD

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  13. Muy buena! Mi niño ya tiene casi año y medio, y en las tiendas yo me quedo pegada a TODA la ropa de recién nacido que encuentro a mi paso. Y empiezo: "Bebecito, tú también eras un recién nacidito, te acuerdas? Ay cómo no te compré esta ropita, cómo no había este modelito". Me pongo peor si lo que veo no es la ropa, sino a un recién nacidito. Miro a mi hijito y sigo con la cantaleta. Mi esposo ya no sabe qué hacer conmigo :)

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    1. Yo también la miro, pero me cuido mucho de decirle algo al Papá, no vaya a ser que salga corriendo del susto ;)

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