Empieza el nuevo curso

De pequeña la llegada de septiembre significaba estrenar libros y libretas nuevos. Me gustaba mucho la pureza de las páginas en blanco, aunque luego, al tener de deberes el hacer alguna redacción, esas páginas en blanco se convirtiesen en mi peor enemigo. Lo peor que me podían pedir que hiciese eran las redacciones de tema libre. Las odiaba. Aún hoy nada me anula más la creatividad que la obligación de escribir.

Entonces, ¿cómo se te ocurre escribir un blog?

Porque no es una obligación. Es algo que empecé como experimento y como forma de aprender para después aplicarlo a un futuro proyecto de trabajo que tenía en mente y de un tiempo a esta parte he descubierto que me gusta eso de escribir las cosas que se me pasan por la cabeza. Me he llegado a saltar la siesta por escribir un post o responder comentarios. Y los que me conocen en persona saben que la siesta para mí es sagrada. Así que de momento, disfruto de estoy de escribir mis tontás.  En el momento que me lo tome como una obligación será el fin del blog.

Ahora ya no compro libretas ni libro, de momento. Le temo al momento "mi Peque ya va al cole" y a los dispendios derivados. Pero bueno, aún me quedan dos años para eso. Para entonces espero que el tema laboral esté resuelto.

El caso es, y ya me he vuelto a ir por las ramas, que como no tengo material escolar que estrenar, voy a estrenar nueva imagen de blog. He estado todo agosto trabajando en ello (y jugando al candy crush y al apalabrados, para que nos vamos a engañar). Y creo que ahora se ajusta un poco más a lo que me gustaría que fuese el blog. Aún queda algún fleco por retocar pero creo que vamos en buena dirección.

Y es que  he descubierto el fantástico mundo del html. Sí, lo sé, esto ha sonado muy friki. Al principio me daba respeto, pero ahora ya soy capaz de toquear algunas cosas y no fastidiarlo todo. Nada complicado. Cosas básicas. Y siempre con ayuda externa. ¿De quién? De Mamá, quiero ser blogger. Sus tutoriales me han abierto todo un nuevo mundo de posibilidades. Y eso es lo que he estado haciendo este mes de agosto. Toquetear aquí y allá, probar cosillas en un blog de pruebas (no vaya a ser que metamos la pata más de la cuenta) y sobre todo pensar qué imagen quería para el blog.

Y este ha sido un tema bastante complicado, porque al hecho de no tener ni idea de diseño y no saber dibujar, se le une mi indecisión innata. Dudo, dudo mucho. Dudo por todo. Así que eso de elegir una imagen que reflejase algo sobre mí, uff.

Pero al final me decidí. Lo que véis es una mamá y sus patitos. Es una foto que tomé en el parque natural en el que trabajé hasta finales del año pasado.

¿Qué os parece?