D de DIY

Llamadme ignorante pero la primera vez que vi esas siglas pense

¿Qué coño diantres es eso?

Y recurrí a San Google. Porque en este caso, por mucho que sea ferviente seguidora de los señores de la RAE, no me iban a poder ayudar.

DIY: Do it yourself o lo que viene a ser lo mismo Hazlo tú mismo. Un Juan Palomo de toda la vida.
Resulta que tras mi llegada al mundo blogueril descubrí que habían muchas mamás (lo siento papás, aún no he dado con ninguno que le dé al crochet) con unas habilidades manuales dignas de tener un programa en la tele al estilo Bricomania.

A ver, piensa... ¿De qué puedes hacer tu un tutorial...?
¿Cocina?... No. Tú sabes comer, no cocinar.
¿Punto?... No. Recuerda cuando comenzaste a hacer un bufanda de punto liso y te la acabo tu madre. Y el jersey que le hiciste a la Barriguita siendo pequeña no cuenta.
¿Bricolaje?... Aunque seas un hacha, y no te sobre ninguna pieza, montar las estanterias de Ikea no cuenta como bricolage.
¿Albañilería?... Hombre entre el Papá y tu os alisásteis y pintásteis la casa. Eso tiene su mérito, y grande además. Que nos costó 6 meses acabar.
¡¡¡La decoración de la habitación del Peque!!! Sí, eso sí.

Mi síndrome del nido sobrevino durante el segundo trimestre, coincidiendo además con el trimestre que "me tocaba" paro.

Esa habitación, como os contaba en Hormonas, blanca, pero sin su doble capa de pintura, con su bombilla colgando, con restos de pasta en las ventanas... No, ahí no podía dormir mi niño. Por encima de mi cadáver.
Así que comencé a ver opciones para las paredes.

• Opción A: pintarlas de colorines. Pero es que yo quería algo un poco más especial, que no se limitase a pintar de colores las paredes.
• Opción B: pintar un mural. Ideal, pero dibujo fatal. Tonta de mí, investigué por la red y encontré a unos muchachos que hacen maravillas: Paredes de cuento. Pero pagar por ello, en estos momentos no era una opción. Pero cuando tenga perras... Un mural de Calvin y Hobbes tiene que ser mío. 
• Opción C: un mural con papel pintado o vinilos. Parecido a lo anterior, caro, para solo cubrir una pared. Y las otras 3, ¿qué haces con ellas?
• Opción D: empapelar. Es un trabajazo, la verdad. Y el papel no es barato tampoco, aunque lo es más que los murales.

Al final ganó la opción D. Compré el papel y el material necesario de una web que me gustó mucho y cuyo servicio de atención al cliente me gustó aún más: Kaffeine

Así que ahí nos pusimos, mi hermana la mediana y yo, ella utilizando su mes de vacaciones y yo con un bombo de 6 meses, a empapelar paredes.

Ponedle un bombo y, más o menos, esa era yo.

Me convertí por un momento en MichaelSan, dar cera, pulir cera. Un dominio de la brocha gorda que desarrollé dandole cola a los rollos de papel. Que por cierto, no son muy manejables, ya os aviso si alguno queréis empapelaros las paredes. Si no me creéis, preguntarle a mi hermana LaMediana y que os cuente que sintió cuando se le cayó uno de los rollos ya encolados en la cabeza.

He de decir que a pesar de ser unas novatas en esto del empapelado, no nos quedó nada mal.

Eso sí, pasé por un par de momentos críticos por  las hormonas. Lo que puede llegar a hiperventilar una por culpa de una rotura en el papel cuando ya estaba colocado.

Y por si tenéis curiosidad, así se han quedado las paredes de la habitación de mi niño, en la que por cierto, despues de casi 10 meses de vida, aún no ha dormido...

Efectos secundarios del embarazo: me chiflan los osos y los patitos

Nota: no es un post patrocinado, ya me gustaría a mí.